Ya va siendo tiempo de que los buenos ingenieros sean investidos de funcionarios públicos, a fin de que pongan en marcha una nueva senda de la contratación administrativa peruana.
Por Orlando Vignolo. 17 junio, 2022. Publicado en Correo, el 17 de junio de 2022.Nuestros regímenes de contratación administrativa (estatal, concesiones, convenios, medios propios o de aparición circunstancial) están marcados por el signo de la destrucción. Muchos factores y manos vienen atacándolos en distintos planos para que sean pulverizados y no produzcan mayores efectos a favor del interés público o los propios ciudadanos.
Quizás la corrupción sea el principal fenómeno que viene demoliendo su supervivencia y eficacia diaria, pero existen muchas otras cuestiones nocivas ligadas, por ejemplo, a la falta de profesionalización de la función pública responsable de esta materia, el uso de buena tecnología, la eliminación de ritualismos, la falta de conceptos teóricos en los dispositivos pertinentes, la ausencia de codificación legislativa, la superación del uso artificial de los principios, la exacerbación del precio, la falta de conciencia del ahorro público en contratos prestacionales, entre otros.
Pero esta columna no es sólo para mostrar una situación evidente que deberá ser afrontada con seriedad -quizás no en este periodo tan sombrío que estamos viviendo-; por el contrario, es para proponer una medida de mejora que podría ser útil en el futuro no muy lejano: la creación de un cuerpo nacional de ingenieros, como agrupamiento de burócratas de alcance estatal que se ocupe de planificar, formar y ejecutar contratos administrativos de diverso objeto, incluyendo la creación de expedientes técnicos, estudios de ingeniería de diverso calaje, supervisiones, administraciones de contratos, propuestas normativas, aplicación de normas técnicas pertinentes.
En fin, las posibilidades de este posible funcionariado de élite serían amplias y podría terminar ayudando a darle vuelta a esta agonía perpetua. Ya va siendo tiempo de que los buenos ingenieros sean investidos de funcionarios públicos, a fin de que pongan en marcha una nueva senda de la contratación administrativa peruana.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.